Y, de repente, un día cualquiera, conoces a alguien que, sin darte cuenta y sin quererlo, te hace sonreír. Y que, además, llega a comprenderte mejor que cualquier persona cercana.
Sientes conocerlo de toda la vida, aunque nunca lo hayas visto, es como si fuese un motivo que te ha perseguido al mismo tiempo que estuviste huyendo, tratando de encontrar una razón por la cual valiera la pena luchar.
La encuentras. Estaba en un lugar sin esperanza, en un lugar inhabitable. Poco a poco va haciendo un hueco en tu vida. Finalmente, lo hace.
Abarcó la mayor parte de tu tiempo y de tus pensamientos. Echó raíces en lugares donde nadie más había estado, en esa parte donde te tocabas a diario y sentías un vacío enorme. Ahora ese vacío está lleno de vida. Y te preguntas: ¿Cómo una persona que conocí por casualidad se convirtió en la persona que había buscado toda mi vida?
Y es ahí, justo en ese momento cuando empiezas a creer en la magia.
https://twitter.com/MsjsBuenos/status/591301346055299073
Escritos publicados por los ganadores de la 55ª edición del concurso de Jóvenes Talentos de Relato Corto de Coca Cola (y por los ganadores del concurso en gallego, catalán y euskera), gracias por visitarnos.
domingo, 13 de diciembre de 2015
sábado, 5 de diciembre de 2015
Al compàs
Escrita en catalán y traducida al castellano.
Comença la música.
Una balada. Trista, lenta, romàntica.
Ell m'agafa de la cintura i clava els seus preciosos ulls mel en els meus.
Sonen dolços acords, com una pluja delicada de sucre.
Començam a donar els primers passos, les primeres voltes.
Acarono la seva galta vermella, mentre ell, amb les seves, en aquells moments, tremoloses mans, recorre tot el meu cos.
El trepitjo (ballar mai ha estat el meu fort) però no pareix importar-li massa, i, amb una rialla burleta, les nostres cares s'apropen. A poc a poc. Intensament. Els seus carnosos llavis a pocs centímetres dels meus fins que...
Acaba la música.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Comienza la música.
Una balada. Triste, lenta, romántica.
Él me coge de la cintura i clava sus preciosos ojos miel en los mios.
Suenan dulces acordes, como una lluvia delicada de azúcar.
Comenzamos a dar los primeros pasos, las primeres vueltas.
Acarício su mejilla roja, mientras él, con sus, en aquellos momentos, temblorosas manos, recorre todo mi cuerpo.
Le piso (bailar nunca ha sido mi fuerte) pero no parece importarle demasiado y, con una sonrisa burlona, nuestras caras se acercan. Poco a poco. Intensamente. Sus carnosos labios a pocos centímetros de los mios hasta que...
Acaba la música.
Maria Victory Cirer
Comença la música.
Una balada. Trista, lenta, romàntica.
Ell m'agafa de la cintura i clava els seus preciosos ulls mel en els meus.
Sonen dolços acords, com una pluja delicada de sucre.
Començam a donar els primers passos, les primeres voltes.
Acarono la seva galta vermella, mentre ell, amb les seves, en aquells moments, tremoloses mans, recorre tot el meu cos.
El trepitjo (ballar mai ha estat el meu fort) però no pareix importar-li massa, i, amb una rialla burleta, les nostres cares s'apropen. A poc a poc. Intensament. Els seus carnosos llavis a pocs centímetres dels meus fins que...
Acaba la música.
-------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Comienza la música.
Una balada. Triste, lenta, romántica.
Él me coge de la cintura i clava sus preciosos ojos miel en los mios.
Suenan dulces acordes, como una lluvia delicada de azúcar.
Comenzamos a dar los primeros pasos, las primeres vueltas.
Acarício su mejilla roja, mientras él, con sus, en aquellos momentos, temblorosas manos, recorre todo mi cuerpo.
Le piso (bailar nunca ha sido mi fuerte) pero no parece importarle demasiado y, con una sonrisa burlona, nuestras caras se acercan. Poco a poco. Intensamente. Sus carnosos labios a pocos centímetros de los mios hasta que...
Acaba la música.
Maria Victory Cirer
martes, 24 de noviembre de 2015
MÍRATE, MÍRAME.
Sales de noche, cómo no, a salvarte. Vas al revés: por las mañanas te auto-destruyes y por las noches vas en busca de algún intento de salvación.
¿Qué voy a decirte? Si ya no te quieres ni ver mientras te sonríen o te sonrío. No me llores, que sangro. O llórame muy lento, creo que puedo soportar el dolor. Agárrame fuerte cuando te abrace, y mientras me rompo, tú también te rompes. Creo que ninguna noche te había visto tan insalvable, pequeño.
Pero tú a pesar de no querer de no querer verte, yo te volvía y te volvía a ver pasar,
como quien tiene adicción a algo, a ti por ejemplo.
Maider (La Rioja).
¿Qué voy a decirte? Si ya no te quieres ni ver mientras te sonríen o te sonrío. No me llores, que sangro. O llórame muy lento, creo que puedo soportar el dolor. Agárrame fuerte cuando te abrace, y mientras me rompo, tú también te rompes. Creo que ninguna noche te había visto tan insalvable, pequeño.
Pero tú a pesar de no querer de no querer verte, yo te volvía y te volvía a ver pasar,
como quien tiene adicción a algo, a ti por ejemplo.
Maider (La Rioja).
domingo, 15 de noviembre de 2015
Recuerdo Olvidado
Saludos, Mi Amada. Estás radiante esta noche. ¿Que qué
tal mi día? Oh, horrible, como siempre… desde mi celda sigue sin verse el
cementerio. Pero no te preocupes, aunque la idea de romper la pared con la
cabeza de Whistle no haya funcionado… al menos el cirujano del hospital estará
entretenido unas horas más je je…
Pero, ¿y qué es de ti? Siempre tan sola ahí arriba…
no debiste dejarme. No debiste dejarme aquí, sabes que sólo soy un niño, un
niño asustado que al irte tú empezó a pensar en cosas que la gente no suele
preguntarse. En este mundo me llaman loco… ¿te lo puedes creer? Yo sigo sin dar
crédito a la facilidad de la gente para olvidar nombres de caídos y para "sobre-ponérselo" a todo antes de entenderlo.
Si siguieras aquí… ay si siguieras aquí… otro gallo
me cantaría, desde luego. Tú me protegías, me dabas cobijo, me entendías… pero
ya no soy el que era. La verdad es que ni siquiera recuerdo cómo era la vida
antes de tu muerte. Casi no consigo recordar cómo te mataron y me echaron la
culpa a mí. ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas
aquella noche en la posada de Tuco? ¿Y lo que nos reímos después de que aquel
borracho cayera en el suelo, y rodara por todo el establecimiento hasta topar con un barril de cerveza? Por desgracia, esa misma noche también moriste tu, por
culpa del imbécil de Milton. También recuerdo sus gritos de "nena" antes de
que lo estrangulara. Aquellos sí que eran buenos tiempos ¿eh, amor? Después me
metieron en este antro y me tacharon de “loco”.
Un loco que entiende perfectamente tu teoría sobre
la raza humana. Un loco que conoce los secretos de la tierra y sabe escuchar
que se muere. Un loco que conoce la verdadera razón por la cual la
inteligencia y la ignorancia van de la mano. Un loco muy listo, pero al fin y
al cabo un loco. ¿Quién más iba a escucharme si no tu, Mi Reina? Lo más
probable es que nadie, porque ya nadie escucha a nadie en este mundo que las
personas "civilizadas” han montado. ¿Vale tanto la civilización cuando se trata
de VIDAS HUMANAS? Parece que sí. Y no sólo parece que sí, también se creen que
sí. Y sólo tú, Mi Amor, alcanzas a comprender lo peligroso que es creer en algo
tan a ciegas.
¿Pero qué nos importa a ti y a mí lo que les pase a
esta gente? Bueno, sí, somos gente… o yo al menos lo sigo siendo. Pero no formo
parte de lo que ellos han montado. No formo parte de nada, porque todo grupo de
personas necesita un enemigo, ¡y yo no necesito ninguno! ¿No es hermosa la
vida? ¿No es hermosa la muerte? ¿Por qué querer privar de cualquiera de ellas a cualquier
ser vivo sin necesidad vital? Jamás lo entendí, y al margen de lo que esta gente piense, lo de Milton fue necesario. No podía dejarlo vivir después de lo que te hizo a ti.
(Y lo de Whistle ha sido un accidente, debería haberse roto la piedra antes que su cabeza.
Jiji... "Splash.")
Jiji... "Splash.")
Ay Mi Amor… la vida duele. Y estoy cansado de ella. Estoy
cansado de estar sólo aquí. Pero sobre todo estoy cansado de tu silencio. Creo que mañana me
arrancaré el corazón del pecho, no sin antes dejar en una nota de recado a la doctora White que lo incinere, para que se venga conmigo y así poder dártelo en muerte como te
lo di en vida…
Ahora sí, es hora de despedirnos por última vez Mi
Vida (Me chifla la ironía de las palabras). Deseo que duermas bien, deseo que
tus sueños desprendan tanta luz como tú. Deseo verte pronto, Mi Amor.
José J. Granados
lunes, 9 de noviembre de 2015
¿QUE ES AMOR?
¿QUE ES AMOR?
la tristeza se nota en su rostro
pero me pregunta entre sollozos
-¿qué es amor?-
-nosotros-
respondo
-no lo noto-
-¿entonces qué es amor?
digo con el corazón roto
-hay otro-
y se marcha dejandome solo
la ira y el dolor
me invaden poco a poco
creo saber que es amor
aun así, ya no lo conozco.
GERARDO GUIJARRO
jueves, 8 de octubre de 2015
La tela de araña
Los he visto en el monte, al lado de un gran precipicio. Unos pequeños helechos, atrapados en una tela de araña. Este cuerpo matemático que es la tela de araña, ha atrapado unas plantas en vez de unos insectos. Esa imagen me ha hecho recordar el pasado que olvidé.
Estaba de vacaciones con mi familia, cuando encontré al tipejo que llevaba buscando durante tantos años, el que asesinó a mis padres. Embrujado por un instinto de venganza, creé la trampa perfecta gracias a la matemática, para dar fin a la vida de ese delincuente.
Al poco tiempo de colocar la bomba, esta explotó inesperadamente. No podía haber matado a mi víctima, ya que esta estaba aún trabajando.
Después de un rato, distinguí los cadáveres de mi mujer e hijos en el suelo. Desgraciadamente, la matemática no pudo preverlo todo.
Es suficiente. He cerrado los ojos y sentido mi cuerpo cayendo por el despeñadero.
Beñat Berasategi
domingo, 4 de octubre de 2015
D-36
Sus
rizos le cubrían ambas mejillas, aunque no hacía falta ser un
detective para saber que la chica que se sentaba frente a mi estaba
llorando. Nunca había visto a una dama tan hermosa como ella. Su tez
blanca y su pelo rojizo hacían que su belleza pareciese
sobrenatural.
Serían
las seis de la mañana. Pese aquellas horas, el aeropuerto de
Bradford estaba a rebosar de personas yendo arriba y abajo como si de
hormiguitas se tratasen.
Mi
vuelo salía en un par de horas, así que decidí sentarme en una
cafetería cerca de una terminal de embarque para descansar y que la
espera se hiciese menos pesada.
Leyendo
el periódico del día anterior y con mi “capuccino” humeante
delante de mí, oí un ruido. Cuando levanté la mirada, la ví. Tuve
que pellizcarme para saber si era un sueño o si realmente esa chica
pelirroja estaba frente a mi, y, gracias a Dios, no era otro de mis
extravagantes sueños de escritor. Gajes del oficio.
Era
una diosa; aunque no era de estatura demasiado alta, sus delicadas
extremidades eran propias de una bailarina, o, mejor aún, de
princesa de cuento de hadas. Sus tirabuzones color fuego contrastaban
con la palidez de su piel. Recorrí todo su cuerpo con la mirada
hasta llegar a sus ojos. Allí termino mi admiración y recorrió por
todo mi cuerpo una sensación de lástima hacia aquella muchacha.
Lloraba. En silencio.
Lo
primero que pensé fue que había perdido el avión. Un avión que la
llevaría a reencontrarse con su amante en un recóndito lugar para
poder ser libres y poder disfrutar de toda una vida juntos.
Tonterías. Pensé que eso solo pasaba en películas de Clint
Eastwood, como “Los puentes de Madison”. Pero imaginé por unos
segundos que pasaría si fuese real; una chica llorando
desconsoladamente en la sala de embarque del aeropuerto de la ciudad
de Bradford, Inglaterra, porqué acababa de perder la oportunidad de
ver a su amado que le esperaba a muchos kilómetros de distancia.
Decidí descartar esa opción para no quedarme con el mal sabor de
boca.
Pensamientos
escurridizos entraban y salían de mi mente mientras yo los iba
apuntando en mi libreta que en tantos viajes y aventuras me había
acompañado. ¡Ajá! A lo mejor era un programa de cámaras ocultas
propio de los domingos por la tarde donde la gente enciende la
televisión sin un programa concreto en mente. Esa idea me gustaba
más. “¿Quién será la bondadosa persona que se acercará a la
muchacha, actriz infiltrada, para consolarla? No os perdáis esta
domingo el nuevo programa de La Fox “Infiltrada en el aeropuerto””.
No sería mala idea, aunque pensar que en ese momento cámaras
ocultas me estaban grabando me incomodó, así que seguí rumiando.
“¿Por
qué? ¡¿Por qué llora Raúl?!”. Me repetía una y otra vez. ¡SÍ!
Esta era la clave: ¡¡Música!!. Esa hermosa chica se había
emocionado al escuchar su canción favorita. A lo mejor escuchaba
“All of me” de John Legend, o, probablemente, alguna canción de
One Direction, como “Story of my life” o “Little things”.
Recordé haberlas escuchado por la radio alguna que otra vez y me
acordé de todas la chicas que estaban locas por esos cinco chicos...
¿o eran cuatro? Bueno, en definitiva, podría ser que esa señorita
llorara de emoción al escuchar un tema de su grupo favorito.
“Pasajeros
del vuelo 457 con destino a París que embarquen por la puerta 5, por
favor.”
Ese
era mi vuelo. Miré el reloj y supe que me había pasado dos horas
escribiendo historias acerca de esa chica. Decidí despedirme de ella
con la mirada, la observé una última vez...
Había
desaparecido. Miré a todos lados. Nada. Hicieron una última llamada
a los pasajeros del vuelo 457, así que, pese a mi tristeza y
decepción, fui a embarcar.
Ya
en el avión, buscaba mi asiento: D-36. Cuando llegué allí, una
chica pelirroja miraba por la ventana. Se giró y supe que era ella.
Ya no lloraba. Quizás ahora podría inventarme otra final...
Maria Victory Cirer
miércoles, 30 de septiembre de 2015
A pesar de la distancia.
Conforme he ido creciendo he aprendido que lo malo de la distancia es no poder abrazar, no poder mirar a los ojos,tener que decir "te quiero" a través de una pantalla, y no disfrutar de las cosas necesarias con gente necesaria.
Por suerte, he aprendido a querer a pesar de la distancia, he sentido mi corazón hacer la maleta y marcharse a otros rincones, y ahora yo, que soy más de quién que de qué o de dónde, vivo en muchas partes.
He dejado que entren en mí otros acentos, otros puntos de vista, unas raíces diferentes, y me han hecho crecer y creer estando lejos.
Me dijeron que la distancia era olvido, pero no hay olvido cuando los te quiero y los recuerdos son sinceros.
Y sin estar, sin poder tocarme, sin que existan choques continuos de miradas, han habido personas que me han salvado la vida.
He aprendido a mirar con el corazón, y que a veces querer de lejos nos hace querer mejor.
Ainhoa Navarro.
domingo, 27 de septiembre de 2015
Declaración de intenciones.
No te atrevas a dejarme sin palabras.
No te atrevas a dejarme sin...
No te atrevas a dejarme...
No te atrevas a...
No te atrevas...
no te...
No.
[…]
Que no,
que no pienses que te extraño.
Que no pienses que te...
Que no pienses que...
Que no pienses
- que te quiero -.
Repito:
que no,
que nada
- sin ti -.
Tengo una declaración (de intenciones):
como vuelvas
a mirarme
con esa sonrisa
de niño pequeño;
todo
- contigo -.
Ainhoa Navarro (Canarias).
jueves, 17 de septiembre de 2015
Valiente
"-¿A dónde ha ido? -preguntó, tirando de su manga.
-Muy arriba. -respondió, tras vacilar unos instantes. -Más allá de las nubes.
-No lo veo -discrepó, mientras se asomaba a la ventaba. -Quiero visitarlo."
Pero no lloró.
Notó cómo su alma se quebraba, dividiéndose en mil pedazos.
Pero no lloró.
Contuvo las lágrimas y, con ellas, logró formar una triste sonrisa, que acompañó a su portadora mientras acariciaba el pelo de la niña. De pronto, ésta se alejó, dejándola sola.
Cerró la puerta tras de sí. Se sentó en la cama y, cuando se aseguró de que nadie escuchaba, fue cuando rompió a llorar, con la cara entre las manos y susurrando palabras ininteligibles.
Derramó lágrimas por él, que, incluso en su estado, había continuado siendo él mismo.
Lloró por aquellas tantas tardes juntos, aquellas partidas ganadas y esas otras perdidas.
Lloró por no saber ser como él. Por haber luchado hasta el último segundo, merecía estar en su corazón.
Pero no lloró por ella. No se compadeció de sí misma. Sus llantos fueron limpios y sanos.
Lloró, pero lloró sin saber.
Sin saber que él seguiría en su corazón, y ella en el suyo.
Sin saber que, por fin, y en parte gracias a ella, había logrado su sueño, y estaba caminando en algún lugar del Universo.
Lloró sin saber que era valiente. Que ella también había luchado y que él nunca la abandonaría. Lloró sin saber que era el vivo retrato de él.
Porque sé que eres valiente, lucha.
Sofía Santos
Galicia
-Muy arriba. -respondió, tras vacilar unos instantes. -Más allá de las nubes.
-No lo veo -discrepó, mientras se asomaba a la ventaba. -Quiero visitarlo."
Pero no lloró.
Notó cómo su alma se quebraba, dividiéndose en mil pedazos.
Pero no lloró.
Contuvo las lágrimas y, con ellas, logró formar una triste sonrisa, que acompañó a su portadora mientras acariciaba el pelo de la niña. De pronto, ésta se alejó, dejándola sola.
Cerró la puerta tras de sí. Se sentó en la cama y, cuando se aseguró de que nadie escuchaba, fue cuando rompió a llorar, con la cara entre las manos y susurrando palabras ininteligibles.
Derramó lágrimas por él, que, incluso en su estado, había continuado siendo él mismo.
Lloró por aquellas tantas tardes juntos, aquellas partidas ganadas y esas otras perdidas.
Lloró por no saber ser como él. Por haber luchado hasta el último segundo, merecía estar en su corazón.
Pero no lloró por ella. No se compadeció de sí misma. Sus llantos fueron limpios y sanos.
Lloró, pero lloró sin saber.
Sin saber que él seguiría en su corazón, y ella en el suyo.
Sin saber que, por fin, y en parte gracias a ella, había logrado su sueño, y estaba caminando en algún lugar del Universo.
Lloró sin saber que era valiente. Que ella también había luchado y que él nunca la abandonaría. Lloró sin saber que era el vivo retrato de él.
Porque sé que eres valiente, lucha.
Sofía Santos
Galicia
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Cartas a la chica de ojos café.
Segunda carta. Miércoles, 2 de septiembre.
¡Hola de nuevo! Ya que me has vuelto a sonreír, he dado por supuesto que estaba perdonado, o al menos olvidado...
Hoy has vuelto a causar un tsunami de sensaciones en la cafetería al sentarte donde siempre, inundándolo y contagiándolo todo de una radiante felicidad; a pesar de que tu mirada resultaba un poco triste y perdida mientras le refunfuñabas al teléfono.
Oye, antes de que discutas nada (soy consciente de que no me lees, este blog de notas que llevo siempre conmigo son mis pensamientos) ... creo que ya he encontrado un buen modo de comunicarme contigo aunque tú no lo sepas. Sé que es un poco típico y que seguramente lo habrás leído mil veces en novelas pero no se me ha ocurrido nada más original que esto. Sí... un post - it.
Creo que al principio te escribí algo así como:
"Querida chica de ojos cafés, eres preciosa y me gustaría conocerte. ¿En el parque de la esquina a las 17.00?. - E".
Ya, bueno, también sé que eso sonó muy directo y no pretendo asustarte.
Reescribí mil veces más esa pequeña nota, pero no encontraba nada bueno que decirte sin declararte mis pensamientos. Además, creo que mientras la escribía no podía apartar mis ojos de ti, por lo que te diste cuenta y tuve que improvisar una excusa para ir al almacén y pensar con claridad.
Me di cuenta de las enormes ojeras que consiguen robar el brillo a tus ojos, de tus cicatrices y que cada vez que vienes lo haces con ropa cada vez más suelta; al ir a recoger tu mesa me fijé que no te habías acabado el donut y te escondiste. Aproveché ese momento de "debilidad" para dejarte el papelito.
Creo que tuve la idea definitiva tras haberlo pensado un buen rato. Me fijé en tus auriculares, tus oídos y tus labios repetivamente.
"No words - The Script; te la dedico. -E".
Espero que aunque sea te haya sacado de nuevo una sonrisa tan bonita como tú.
- Ed
Ainhoa Navarro
domingo, 30 de agosto de 2015
"Muchos" siempre ha sido más que solo uno
Voy a decirte que ya estoy cansado. Cansado de tu tiranía, de tus alardes majestuosos, de que mires a todos por encima del hombro.
Te gritaré que nadie es mejor que nadie, y en ese grupo también estás tú, como humano; quizá no como persona. Porque aprendiste tu solo a alcanzar la meta, pero nadie ha podido enseñarte a ganar. Te sientes superior, más alto y mejor, haciendo sufrir a los demás, viéndolos fracasar.
Pero escucha, que no siempre se gana. Y el día que te caigas, no habrá nadie para levantarte. Nos verás a todos desde el suelo, manchado y polvoriento. Sentirás que te haces pequeño y diminuto, que nada de lo que has conseguido, ninguno de tus méritos, te hace compañía cuando las paredes empiezan a moverse y te arrinconan.
Desearas no haberlo hecho y te preguntaras ¿por qué a mi?, con expresión de víctima, al borde del llanto. Echarás de menos una mano amiga, un paraguas que tape la tormenta.
Y eso no será lo peor. A los que ahora esclavizas, avergüenzas y humillas, se alzaran contra ti. Porque "muchos" siempre ha sido y podido mas que solo uno. Y tal vez sea entonces cuando te des cuenta de tus errores. De que aunque no te equivocaras nunca...lo estabas haciendo todo mal.
Te pondrás de rodillas por una maquina del tiempo, volver atrás y rectificar.
Esta bien, última oportunidad.
Tu maquina del tiempo es el hoy y el ahora. Pide perdón, y valora. Que el más pequeño puede hacer las cosas más grandes, que el más silencioso será un día el que más alto grite. No, no te digo que dejes de triunfar. Te digo que compartas tus éxitos y que hagas a los demás partícipes, no solo espectadores. Que no fardes de lo que consigues y aunque si lo disfrutes, no le restriegues ni te regodees. Cuando rompas un plato, no digas que fue el de al lado. Se consecuente, se decente y hazte cargo. Que aunque seas tu el que tenga que limpiarlo, serás tu el que en el futuro nos cuente como lo hizo.
Bueno, con este consejo me despido.
Aun puedes solucionarlo, pero cuando sea tarde... Tu maquina del tiempo habrá caducado.
Omar García
Omar García
jueves, 27 de agosto de 2015
Cartas a la chica de lo ojos café.
Primera carta. Jueves, 27 de agosto del 2015.
Hola, ¿me reconoces? Sueles sonreírme todos los días.
Llegas cada mañana con un enorme destello adornando tu cara, escrutando con tu mirada curiosa todo el local, analizando a todas las personas que merodeaban por ahí, fijándote incluso en el más mínimo detalle.
Te sientas en la misma mesa al lado de uno de los grandes ventanales que dan a la gran ciudad y pides una taza bien humeante de café y un donut. Y sacas tus auriculares y una pequeña libreta violeta que te dice "nunca pares de soñar" en la que escribes mientras picoteas el dulce.
No hay qué o quién que te desconcentre ni te saque del trance en el que te sumerges cuando te inundas de esas letras que hay en esos folios. A veces, dejas incluso que esas palabras se desborden de tus ojos, dejando un rastro de rímel. Entonces, me suelo fijar en tus mejillas - las cuales, por cierto, están adornadas por unas pecas y un ligero rubor precioso que te da un aire adorable - e interiormente me digo que son dos pequeños incendios a los que intentas apagar. Sinceramente, te veo muy fuerte en comparación a lo débil que pareces enfundada en esa bufanda de lana más grande que tú y desangrándote en tinta.
Me resulta irónico, ¿a ti no? Que las letras quieran dejar salir a gritos esos ecos silenciosos que las voces no pueden pronunciar. Mientras pensaba en ello, tropecé y acabé tirándote encima el zumo que habían pedido las chicas de la mesa que está al lado de la que te sientas. Normal que salieras enfadadísima, yo también lo haría; de hecho, ahora estoy enfadado hasta conmigo mismo, por haber sido idiota.
¿Chica de ojos café, me perdonarás?
- Ed.
Ainhoa Navarro
domingo, 23 de agosto de 2015
Deseo
23 de agosto de 1698
Mucho he tenido que vivir en estas aguas hasta hoy haber podido escribiros esta carta. Ni siquiera sé con certeza si os llegará este mensaje. Ni si quiera sé si podré cumplir lo que me dispongo a prometeros a continuación.
Hace un ciclo y medio que fui apresado por un comodoro inglés del que aun desconozco hasta el nombre. Sin embargo conseguí escapar robando un barco atracado en la costa de La Española, antes de que pudieran ahorcarme. Ahora vago acompañado de la brújula que me regalásteis, con la esperanza de llegar a Europa y encontrar la isla en la que estás aguardando mi llegada. Sé que ya os lo prometí hace mucho, y que no pude presentarme aquella tarde.
Sin embargo, esta vez sin fecha ni hora punta, pues no sé cuando ni por dónde apareceré, os pido que cada vez que paséis cerca de la costa miréis al horizonte esperando un bergantín en cuyo casco está grabado su nombre: "Deseo".
Aún tengo que encontrar mi barco en algún puerto de las Américas y recuperarlo junto con toda la tripulación a la que pertenezco. Y aunque tal vez no os llegue esta carta, será mucho más fácil si pienso que en algún punto de estos siete mares os tengo esperando mi llegada.
Siento no haberme podido presentar aquel día.
Y sobre todo lo siento por vos, que jamás me habéis fallado.
Mucho he tenido que vivir en estas aguas hasta hoy haber podido escribiros esta carta. Ni siquiera sé con certeza si os llegará este mensaje.
Llegaré como muy tarde dentro de diez ciclos por una de las costas oeste. Sé que no es mucho, pero yo también os estaré buscando. Si no he llegado para entonces... No me esperéis, pues estaré guiándos desde alguna estrella.
Esta noche brindaré por la amiga que nunca merecí tener.
Como siempre a vuestro servicio, milady:
Vuestro ladrón y caballero. (mas ladrón que caballero.)
José J. (Madrid)
Mucho he tenido que vivir en estas aguas hasta hoy haber podido escribiros esta carta. Ni siquiera sé con certeza si os llegará este mensaje. Ni si quiera sé si podré cumplir lo que me dispongo a prometeros a continuación.
Hace un ciclo y medio que fui apresado por un comodoro inglés del que aun desconozco hasta el nombre. Sin embargo conseguí escapar robando un barco atracado en la costa de La Española, antes de que pudieran ahorcarme. Ahora vago acompañado de la brújula que me regalásteis, con la esperanza de llegar a Europa y encontrar la isla en la que estás aguardando mi llegada. Sé que ya os lo prometí hace mucho, y que no pude presentarme aquella tarde.
Sin embargo, esta vez sin fecha ni hora punta, pues no sé cuando ni por dónde apareceré, os pido que cada vez que paséis cerca de la costa miréis al horizonte esperando un bergantín en cuyo casco está grabado su nombre: "Deseo".
Aún tengo que encontrar mi barco en algún puerto de las Américas y recuperarlo junto con toda la tripulación a la que pertenezco. Y aunque tal vez no os llegue esta carta, será mucho más fácil si pienso que en algún punto de estos siete mares os tengo esperando mi llegada.
Siento no haberme podido presentar aquel día.
Y sobre todo lo siento por vos, que jamás me habéis fallado.
Mucho he tenido que vivir en estas aguas hasta hoy haber podido escribiros esta carta. Ni siquiera sé con certeza si os llegará este mensaje.
Llegaré como muy tarde dentro de diez ciclos por una de las costas oeste. Sé que no es mucho, pero yo también os estaré buscando. Si no he llegado para entonces... No me esperéis, pues estaré guiándos desde alguna estrella.
Esta noche brindaré por la amiga que nunca merecí tener.
Como siempre a vuestro servicio, milady:
Vuestro ladrón y caballero. (mas ladrón que caballero.)
José J. (Madrid)
sábado, 22 de agosto de 2015
Nominaciones "Historias Cursiva '15".
AINHOA: sarcástica, bullyneadora, rubia, forofa, acento raro, le mejor consejera, la más maja, la más retrasada, la más guapa, más mona.
AMANDA: la que tiene más nombres, la que más se preocupa por un cargador, la mejor compañera de habitación, la mejor petaarmarios, la más insegura, la más forofa, la más imaginativa, la que tiene el vecino más raro, la más cuidadosa en el metro, la más maja.
ANDREA: la más sarcástica, la más amagatos, la mayor fan de Hodgwarts, la más chillona, la más imaginativa, la más maja.
ANELL: la más desaparecida, la de la madre que hace más fotos en los peores momentos, la de la despedida adelantada más triste, la que tiene amigos más hostiles, la más maja, la mejor guía turística por la residencia.
BEÑAT: el más cansino, el más majo, el de la mayor sonrisa, el más tiracañas, el del peor acento,el que pone más apodos, el más alegre.
CARLOS: el más rubio, el más majo, el más bizco, el más bajo, el mejor cantante, el mejor compañero de habitación, el más forofo, el más **** amo y el más idiota.
GERARDO: el más bajo, el más majo, el mejor centauro, el más forofo, el **** amo, el más gracioso, el más simplón, el más hiperactivo, al que mejor le queda el sombrero de vaquero, el más paciente.
JOSÉ: el más sarcástico, el más gracioso, el más majo,el de los zapatos más raros, el que menos conoce Madrid, el mayor amante de la chistera, el mayor perdedor de objetos, el de la voz más grave.
MAIDER: la más maja, la mejor consejera amorosa, la más sarcástica, la mejor compañera de avión/bus, la mejor ingeniera, la mejor robacamas.
MARIO: el más majo, el mejor Spider-Man, el **** amo, más gracioso, el que mejor toca la batería, más tranquilo, más artístico, el más paciente.
MARÍA (ARAGÓN): más maja, más tímida, la de la mayor despedida, más linda, la mejor consejera, la mayor causante de abrazos, la mayor causante de confusiones con su nombre.
MARÍA (MALLORCA): más maja, más adorable, más quesera, la que tiene más nombres, más risueña, más simpática, más cuqui, más sensible, más dormilona.
NATALIA: más tímida, más maja, más ligona, más risueña, más simpática, más rompecorazones, menos habladora, mas amigable, mejor consejera, más misteriosa, más vengativa, menos sensible, más mona, más guapa.
OLIVER: más pesado, tocaorejas, amistoso, más feo, gordo, amable, indeciso, hacedor de tests, creativo y compañero de habitación.
OMAR: el más artístico, el mejor payaso y payaso triste, el mejor escritor, el de los mejores achuchones, el mejor poeta, el más experimentado, el mejor profesor de gallego, el mejor consejero sentimental, el que prepara las mejores orgías, el más querido, el más fácil de querer, el más comprensivo,el de las mejores metáforas, el mejor científico, el que tiene más tacto, el que mejor sube la moral, el mejor flequillo, el más bullyneador, el del pelo más suave, el de las mejores caricias, el mejor remador, el más bohemio,el mejor ingeniero, el más achuchable mientras duerme para Ger.
PABLO: más callado, más misterioso, más paciente, el que mejor soportó nuestras tonterías, el que seguramente pensó más veces que eramos muy gilipollas y no lo dijo por respeto.
SOFÍA: más callada, tímida, inocente, menos malpensada, divertida, simpática, buena persona, menos amante de los animales, dormilona, mejor compañera de habitación.
TERESA: la de más acosadores pesados, juerguista y fiestera, mejor duetista de reggeaton, mejor aprendiz de gallego, simpática, maja, agradable, menos neuronas, poco tonta, fácil de querer, mejor compañera de habitación.
AMANDA: la que tiene más nombres, la que más se preocupa por un cargador, la mejor compañera de habitación, la mejor petaarmarios, la más insegura, la más forofa, la más imaginativa, la que tiene el vecino más raro, la más cuidadosa en el metro, la más maja.
ANDREA: la más sarcástica, la más amagatos, la mayor fan de Hodgwarts, la más chillona, la más imaginativa, la más maja.
ANELL: la más desaparecida, la de la madre que hace más fotos en los peores momentos, la de la despedida adelantada más triste, la que tiene amigos más hostiles, la más maja, la mejor guía turística por la residencia.
BEÑAT: el más cansino, el más majo, el de la mayor sonrisa, el más tiracañas, el del peor acento,el que pone más apodos, el más alegre.
CARLOS: el más rubio, el más majo, el más bizco, el más bajo, el mejor cantante, el mejor compañero de habitación, el más forofo, el más **** amo y el más idiota.
GERARDO: el más bajo, el más majo, el mejor centauro, el más forofo, el **** amo, el más gracioso, el más simplón, el más hiperactivo, al que mejor le queda el sombrero de vaquero, el más paciente.
JOSÉ: el más sarcástico, el más gracioso, el más majo,el de los zapatos más raros, el que menos conoce Madrid, el mayor amante de la chistera, el mayor perdedor de objetos, el de la voz más grave.
MAIDER: la más maja, la mejor consejera amorosa, la más sarcástica, la mejor compañera de avión/bus, la mejor ingeniera, la mejor robacamas.
MARIO: el más majo, el mejor Spider-Man, el **** amo, más gracioso, el que mejor toca la batería, más tranquilo, más artístico, el más paciente.
MARÍA (ARAGÓN): más maja, más tímida, la de la mayor despedida, más linda, la mejor consejera, la mayor causante de abrazos, la mayor causante de confusiones con su nombre.
MARÍA (MALLORCA): más maja, más adorable, más quesera, la que tiene más nombres, más risueña, más simpática, más cuqui, más sensible, más dormilona.
NATALIA: más tímida, más maja, más ligona, más risueña, más simpática, más rompecorazones, menos habladora, mas amigable, mejor consejera, más misteriosa, más vengativa, menos sensible, más mona, más guapa.
OLIVER: más pesado, tocaorejas, amistoso, más feo, gordo, amable, indeciso, hacedor de tests, creativo y compañero de habitación.
OMAR: el más artístico, el mejor payaso y payaso triste, el mejor escritor, el de los mejores achuchones, el mejor poeta, el más experimentado, el mejor profesor de gallego, el mejor consejero sentimental, el que prepara las mejores orgías, el más querido, el más fácil de querer, el más comprensivo,el de las mejores metáforas, el mejor científico, el que tiene más tacto, el que mejor sube la moral, el mejor flequillo, el más bullyneador, el del pelo más suave, el de las mejores caricias, el mejor remador, el más bohemio,el mejor ingeniero, el más achuchable mientras duerme para Ger.
PABLO: más callado, más misterioso, más paciente, el que mejor soportó nuestras tonterías, el que seguramente pensó más veces que eramos muy gilipollas y no lo dijo por respeto.
SOFÍA: más callada, tímida, inocente, menos malpensada, divertida, simpática, buena persona, menos amante de los animales, dormilona, mejor compañera de habitación.
TERESA: la de más acosadores pesados, juerguista y fiestera, mejor duetista de reggeaton, mejor aprendiz de gallego, simpática, maja, agradable, menos neuronas, poco tonta, fácil de querer, mejor compañera de habitación.
viernes, 14 de agosto de 2015
sèver led odot àtsE (Está todo del revés)
Todo está boca abajo, hasta la cosa más pequeña se ha vuelto de lo más incomprensible. La iglesia, en la cual deberíamos tener fe y confiar; mata y discrimina en nombre de ese Dios del que tanto habla. Los políticos, que deberían practicar la isionomía, la democracia; roban y desahucian amoldando la ley a sus necesidades, tratando al pueblo como siervo en lugar de como amo. Los profesores, que deberían enseñar y cultivar la mente de los más jóvenes; humillan y sobrecargan a sus alumnos, haciéndoles creer que no sirven, que no valen. Y las personas, llenas de vasta ignorancia; atienden más a su "smartphone", a su teléfono inteligente que al mundo que les rodea. No se, para compensar tal vez.
A mi me gustaba cuando las cosas tenían sentido. Quizá lo tenían porque entonces yo era pequeño y no sabía nada, y por eso todo estaba bien. Que cómoda la venda de la ignorancia. Pero ahora que el mundo ha tropezado y quedado patas arriba, veo tantas cosas que solucionar, tantas cosas no están terminadas. Y cuando hecho la vista atrás, me doy cuenta de que esto lleva ya tiempo siendo así, y pienso.
"Quizá el mundo ya estaba podrido mucho antes de que todo empezara a oler mal"
Se que hay un antídoto, y también se que no está ni en mi smartphone, ni en mi profesor, ni en los políticos ni en la iglesia.
Está en cada uno de nosotros, en los "civiles inocentes", en la gente de a pie.
Y ya es hora de ponerlo en práctica
Omar García
martes, 11 de agosto de 2015
Música
(aunque le pongan otros nombres)
No seré cursi y diré que me enamore de ella a primera vista, porque eso sería mentir, y es algo que odio. Me costó verla, pero una vez descubierta, me fue imposible ignorarla. Tenía que estar con ella todo el tiempo, verla de lejos, de cerca, aprendérmela, escucharla y entenderla.
La miré fijamente a sus ojos naranjas y me perdí en ella, en cada detalle, en cada movimiento. Era divertida, alocada y profunda. Me hacia ver las cosas de un modo distinto, de una forma brillante. Al mirar a través de ella, sin embargo, noté tristeza, dolor, acordes que nunca llegaban y codas interminables.
Estaba ensimismado, fascinado todavía con todos mis sentidos puestos en ella.
Espero así que entendáis, aquellos que me leéis, por que me enfade tanto cuando me la arrebataron, la hicieron desaparecer, esfumarse.
Y entonces silencio.
Aun podía oír su lejano rumor, y seguía igual de sorprendido. Me di cuenta entonces de que en realidad nunca la tuve, nunca estuvo realmente conmigo; que "verla", escucharla, o incluso (¿por qué no?) saborearla, era atrapar humo bajo el agua, cazar fuegos fatuos; cualquier analogía sirve. Lo odiaba. Tener que compartirla, escuchar a otros admitiendo que era tan única e increíble como yo pensaba que era. Pero tenía que aceptarlo. Finalmente se fue, y me sentí sordo, aislado, perdido.
Ahora escribo canciones tristes, aunque no suenen y les llamo poesía.
Omar García
En las playas de Ohio (reivindicando)
Esta
noche pido al viento,
que se
lleve al tiempo.
Porque necesito
regresar
a ese
lugar,
que ya
está cansado,
extenuado;
de que
solo vaya entre recuerdos,
adonde
ya solo hay muertos.
Fantasmas
de escombro,
Pensamientos
en un hatillo al hombro.
El
olvido mancha e impregna.
Le pediría
que reviviera
pero es
como gasolina,
y si
cae una cerilla,
si cae
una cerilla…
...una cerilla
cae en la acera, que macera, la quemadura acelera y todo arde…cobarde.
El truco está en volver a poner las piedras,
aunque se te cansen las piernas.
Sé que juntos podemos alzarnos
No podrán pararnos.
Solo tienen papeles,
¡perfecto!, se los cambio por claveles.
Porque, amigo, este es nuestro hogar.
No nos pueden echar.
Y es que de las cenizas se nace, y si no, se hace. Sé que no te complace pero no permitas que te mace.
Que nos llamen como quieran,
no les daremos ni la mitad de lo que quisieran.
Es nuestra tierra.
Y es decisión nuestra quererla o no tenerla.
Omar García
jueves, 6 de agosto de 2015
Bail(arte).
A mí, me gusta mucho bailar. O al menos, intentarlo. Y soltarme el pelo a la vez que me dejo ir por la música - y por la vida -.
Cuando te conocí, estabas muy serio a mi gusto.
Intenté arrimarte a mi mayor recurso, y te saqué a bailar.
Parecía que disfrutabas de la música; tarareabas e incluso cantabas alguna parte de nuestra canción. Y a mí, me animabas aún más a bailar, a bailarte; a conjugar todos esos verbos acabados en "-arte".
Conseguiste idiotizarme, conseguiste que me aprendiera todos y cada uno de esos versos - y besos - que salían de tus labios. Y tú, tú aprendiste a tocar esos acordes escondidos tras mis lunares, de memoria, creando una dulce partitura llena de silencios.
Pero a veces... A veces, ibas tan sumido en la melodía triste que resonaba de fondo que perdías el ritmo. En una de esas, acabamos tropezando. La vida - me - pisó mis dos pies izquierdos.
Cuando te conocí, estabas muy serio a mi gusto.
Intenté arrimarte a mi mayor recurso, y te saqué a bailar.
Parecía que disfrutabas de la música; tarareabas e incluso cantabas alguna parte de nuestra canción. Y a mí, me animabas aún más a bailar, a bailarte; a conjugar todos esos verbos acabados en "-arte".
Conseguiste idiotizarme, conseguiste que me aprendiera todos y cada uno de esos versos - y besos - que salían de tus labios. Y tú, tú aprendiste a tocar esos acordes escondidos tras mis lunares, de memoria, creando una dulce partitura llena de silencios.
Pero a veces... A veces, ibas tan sumido en la melodía triste que resonaba de fondo que perdías el ritmo. En una de esas, acabamos tropezando. La vida - me - pisó mis dos pies izquierdos.
Y yo caí de bruces,
Cosas de la luna
Miro al cielo cubierto por la bruma de la noche y como en un espejo me veo reflejado. Desde aquí puedo observar el universo y perderme en él, reflexionar. Estoy tumbado en la hierba, que pincelada con rocío me acaricia la piel al descubierto.
Un escalofrío. Se levanta algo de viento y se me alborota el cabello. Las nubes que cubren la luna desaparecen dejando ver su penetrante brillo azulado residuo inevitable del brillo del sol. Un insecto se me posa en el brazo.
No quiero moverme. Me pica, otro escalofrío y se va. Al poco rato comienza a escocer. La luna sigue ahí, casi parece que mirándome. Que habrá notado en mi que no corre el manto de las nubes para evitarme?
Pienso en todo lo que habrá visto desde ahí, impotente y sin poder hacer nada, desposada por compromiso de conveniencia a la tierra.
Guerras, amantes furtivos, robos, regalos, nacimientos, muertes, masacres y creaciones.
Me duermo por error, craso error. Esos minutos bastan para que la aparentemente estática luna desaparezca de mi campo de visión.
Me yergo, me rasco la reciente picadura y me provoco una pequeña herida.
-¿Luna? ¿Tan horrible fue mi descortesía al caer en el sueño que me has castigado con la negrura de tu ausencia?
Parece que va a llover. Me refugio en la espesura del bosque, siguiendo un sinuoso sendero, persiguiendo una luz en el cielo, esperando que sea la luna.
Poco a poco la vegetación es más y más frondosa. Si, va a llover. Tengo sed y la boca seca. Estoy cansado y tengo las piernas agarrotadas. Camino solo por un camino anónimo en el que a pesar de estar perdiéndome me siento cada vez más cerca de casa. Luna no aparece, a pesar de entrever su brillo ahora lechoso entre las altas copas de los árboles.
De pronto caigo.
Persigue al sol, que con toda la ventaja que le lleva, comienza a asomar por el horizonte.
Se supone que debería empezar a clarear, pero yo me sumo en una oscuridad cada vez más espesa.
Me siento a recuperar el aliento, que crea caracoles de humo blanco efímeros en la atmósfera. Incluso ellos me dejan.
Llevo toda la noche persiguiendo una quimera, un sueño infantil, algo inexistente y adictivo.
Ella no se aleja de mi, no se va enfadada como yo creía.
De nuevo el impertinente insecto, aprovechado de mi ensimismamiento se posa sobre mi brazo. Esta vez no me pica aun, si no que revolotea frente a mi cara, tratando de llamar mi atención.
Lo ignoro.
Me pica.
Estoy apesadumbrado. Como cargando un peso extra sobre mis hombros. Un peso que me aplasta hasta hacerme diminuto e invisible, intangible. Como la sombra del carbón más oscuro.
Me rasco distraído la nueva picadura, abriendo un pequeño flujo de sangre.
El olor a sangre, el dolor, me recuerdan que sigo aquí. No puedo simplemente dejarme llevar.
Pero no hay fuegos fatuos, no hay sol ni luna, y los árboles se ciernen amenazadores sobre mí.
-Luna, ¿Realmente prefieres a ese frio sol, antes que a este enamorado humano? ¿tan poco significo para ti, deliberado amante, que vas a dejarme morir en este bosque?
Nunca antes me había respondido, y esta vez no fue distinto. Pero el silencio fue aplastante. Tremenda y enormememente doloroso.
Omar García
Un escalofrío. Se levanta algo de viento y se me alborota el cabello. Las nubes que cubren la luna desaparecen dejando ver su penetrante brillo azulado residuo inevitable del brillo del sol. Un insecto se me posa en el brazo.
No quiero moverme. Me pica, otro escalofrío y se va. Al poco rato comienza a escocer. La luna sigue ahí, casi parece que mirándome. Que habrá notado en mi que no corre el manto de las nubes para evitarme?
Pienso en todo lo que habrá visto desde ahí, impotente y sin poder hacer nada, desposada por compromiso de conveniencia a la tierra.
Guerras, amantes furtivos, robos, regalos, nacimientos, muertes, masacres y creaciones.
Me duermo por error, craso error. Esos minutos bastan para que la aparentemente estática luna desaparezca de mi campo de visión.
Me yergo, me rasco la reciente picadura y me provoco una pequeña herida.
-¿Luna? ¿Tan horrible fue mi descortesía al caer en el sueño que me has castigado con la negrura de tu ausencia?
Parece que va a llover. Me refugio en la espesura del bosque, siguiendo un sinuoso sendero, persiguiendo una luz en el cielo, esperando que sea la luna.
Poco a poco la vegetación es más y más frondosa. Si, va a llover. Tengo sed y la boca seca. Estoy cansado y tengo las piernas agarrotadas. Camino solo por un camino anónimo en el que a pesar de estar perdiéndome me siento cada vez más cerca de casa. Luna no aparece, a pesar de entrever su brillo ahora lechoso entre las altas copas de los árboles.
De pronto caigo.
Persigue al sol, que con toda la ventaja que le lleva, comienza a asomar por el horizonte.
Se supone que debería empezar a clarear, pero yo me sumo en una oscuridad cada vez más espesa.
Me siento a recuperar el aliento, que crea caracoles de humo blanco efímeros en la atmósfera. Incluso ellos me dejan.
Llevo toda la noche persiguiendo una quimera, un sueño infantil, algo inexistente y adictivo.
Ella no se aleja de mi, no se va enfadada como yo creía.
De nuevo el impertinente insecto, aprovechado de mi ensimismamiento se posa sobre mi brazo. Esta vez no me pica aun, si no que revolotea frente a mi cara, tratando de llamar mi atención.
Lo ignoro.
Me pica.
Estoy apesadumbrado. Como cargando un peso extra sobre mis hombros. Un peso que me aplasta hasta hacerme diminuto e invisible, intangible. Como la sombra del carbón más oscuro.
Me rasco distraído la nueva picadura, abriendo un pequeño flujo de sangre.
El olor a sangre, el dolor, me recuerdan que sigo aquí. No puedo simplemente dejarme llevar.
Pero no hay fuegos fatuos, no hay sol ni luna, y los árboles se ciernen amenazadores sobre mí.
-Luna, ¿Realmente prefieres a ese frio sol, antes que a este enamorado humano? ¿tan poco significo para ti, deliberado amante, que vas a dejarme morir en este bosque?
Nunca antes me había respondido, y esta vez no fue distinto. Pero el silencio fue aplastante. Tremenda y enormememente doloroso.
Omar García
miércoles, 5 de agosto de 2015
El cartero de la felicidad
Mi
trabajo podía parecer simple, fácil, e incluso, para las personas
más exigentes, estúpido. Pero era mi gran pasión. Era cartero.
Repartía decenas, ¡¿ que digo decenas?!, centenares de cartas cada
día, veía la reacción de las personas al recibir alguna de ellas y
paseaba por lugares mágicos para llegar al encuentro del afortunado
que recibiría su correspondencia. Amaba mi trabajo como nadie más
lo hacía. Pero ser cartero no era siempre un camino de rosas (o al
menos para mí). Había historias cuyos protagonistas no eran felices
ni comían perdices...
Puse la carta dentro de un sobre y pegué uno de los sellos. En aquel momento, me pareció la tontería más grande del mundo. “¿Adam, qué diablos estás haciendo?”, me pregunté a mi mismo. Pero ya había empezado con mi idea, y ahora no me iba a echar atrás.
¡¡¡No podía salir de mi asombro!!! Ese fue el mejor
día de mi vida como cartero, y descubrí el verdadero significado de
mi trabajo: hacer feliz a la gente.
Maria Victory Cirer
Cada
día, paraba en el Parque de los Suspiros a descansar un poco. Me
encantaba mi trabajo, pero era muy cansado, y más para un viejecito
como yo. Siempre me sentaba en el mismo banco, a la sombra del mismo
árbol, a la misma hora y, desde allí, observaba a la gente pasar.
Una
soleada mañana de mayo, mis ojos se fijaron en un rostro peculiar.
Sus ojos apagados estaban concentrados en el suelo. Era una chica
preciosa. Me recordaba a mi mujer, hacía ya unos cuanto años. Su
larga melena rubia, le tapaba los pómulos, pero se veía
perfectamente que había estado llorando. Un ramo de rosas rojas
yacía, destrozado, en el suelo. No podía irme así, sin más,
mientras aquella mujercita se quedaba allí sola. Así que, como buen
cartero, hice lo que tenía que hacer. Saqué un papel y un bolígrafo
de mi maleta y, en una cercana tienda de coleccionistas, compré un
par de sellos (los más bonitos que encontré) y volví al banco.
Entonces, empecé a escribir:
-
Querida y desconocida señorita,Sonría, por favor. Un rostro como el suyo no se puede desperdiciar.
Puse la carta dentro de un sobre y pegué uno de los sellos. En aquel momento, me pareció la tontería más grande del mundo. “¿Adam, qué diablos estás haciendo?”, me pregunté a mi mismo. Pero ya había empezado con mi idea, y ahora no me iba a echar atrás.
La chica debía de estar muy concentrada mirando el
suelo, puesto que ni me vio aproximarme ni vio como dejaba la carta a
su lado. Entonces, volví a mi banco a observar su reacción. Pasaban
los minutos y nada. Seguía sin reaccionar. Un golpe de viento fue mi
salvación, ya que puso la carta sobre sus rodillas. Como es el
destino, pensé. La muchacha se despertó y miró, sorprendida, la
carta. La abrió lentamente, y una tímida sonrisa se apoderó de
ella. Empezó a mirar a su alrededor, intentando averiguar quién era
el responsable de toda esa historia.
Desde que ocurrió aquello no podía estarme quieto. Una
felicidad extrema se apoderó de mi y empecé a escribir montones de
cartas. En ellas, escribí algún mensaje similar al primero, algunos
de mis mejores chistes e incluso me atreví a realizar un sencillo
dibujo. Dejaba las cartas estratégicamente para que la chica no me
descubriera, y cada vez, su sonrisa era mayor y mayor. Y la mía
también.
En ese momento, cambio de papeles. La chica sacó una
pequeña libreta rosa, arrancó una página y rebuscó dentro de su
bolso, hasta encontrar lo que buscaba: un lápiz. Entonces, escribió
algún mensaje, compró un sello en la misma tienda que yo, lo pegó
en su carta y la dejó en el banco donde estaba sentada. Justo
después, recogió sus cosas, y, con un rostro feliz, desapareció
del parque.
Salí corriendo hasta el banco y leí la carta:
-
No sé quién eres, pero me has alegrado el día, la semana, el mes y el año :) Nadie había hecho nunca algo parecido por mi.Muchísimas gracias, simpático desconocido.
martes, 4 de agosto de 2015
capitulos 6-8
Capitulo 6
MAS
PROBLEMAS
Padma estaba
aun confusa por lo que había ocurrido, primero el barco privado de su padre se
había estrellado en una isla, luego un terrorista internacional la había
raptado junto con otros miles de náufragos para luego pedir un rescate
millonario, mas tarde la rescatan pero no les puede contar nada a sus
libertadores porque con el precio que habían puesto a su cabeza… pero lo que
mas la impacto fue lo que vio, la ciudad estaba rodeado por barrios pobres
formados por chabolas sin agua ni gas, tras aquellos suburbios se erigía una
imponente ciudad con grandes edificios de lujo y un gran palacio en el centro
acabado en una cúpula, pero entonces
algo la despertó de su reflexión
-¿no oís
algo?-pregunto Billy
-serán mis
tripas, no comemos desde hace casi un día- se quejo luca
-os he dicho
que hay que ahorrar rupias- le reprendió sam
-callaos todos,
yo también oigo algo-les espeto padma
Entonces
escucharon ruidos de motor y sirena y divisaron una nube de polvo a unos cuantos
kilómetros atrás.
-son ellos
otra vez, nos están siguiendo-dijo nervioso luca
-seguro que
el de los camellos ha hablado no me fio de el-advirtió Billy
-estarán
aquí en menos de cinco minutos será mejor que nos escondamos entre los
suburbios- insto sam
Los demás
asintieron y empezaron un descenso por la montaña, al parecer fue mas difícil que
la subida y cuando llegaron al pie de la montaña sus perseguidores estaban en
la cima.
-¿Qué
hacemos?-dijo alertado luca
-corre-grito
sam
Padma iba la
primera, había dado clases de hípica en el establo de su padre y pudo
apañárselas con el camello, hasta que miro atrás, Billy y luca iban a unos
escasos metros de ella pero Sam iba muy retrasado, no sabía cómo manejar un
camello y se había caído de él, padma no
dudo, paró en seco y se fue a recogerle.
-padma a
don…-billy también se paro al ver sam y más tarde luca hizo lo mismo
-iros yo le recojo-anuncio
padma
-pero…-protesto
luca
-¡ya!-le
corto padma
En cuanto se
giraron padma se dirigió hacia sam, cuando llego a el los jeeps estaban a unos
100 metros e distancia, padma cogió de la mano a sam que estaba desorientado
pero conseguío subir al camello, tenían que llegar a los suburbios para despistarlos,
pero estaban solo a 50 metros, pero tenían que conseguirlo.
-¿estás listo?- pregunto padma
-¿Qué?-dijo
sam
Era
suficiente respuesta para padma que aumento la velocidad, ya casi estaban pero
los coches estaban ya casi a 10 metros ,estaban a punto de cogerlos, pero Padma
sabia que lo conseguiría, o no…
Capitulo 7
LOS DOS CAMINOS
Capitulo 7
LOS DOS CAMINOS
Un simple giro,
fue lo que basto para despistar a una docena de jeeps en cuanto entraron en los
suburbios, desaparecer de su vista fue fácil, alno ser campo abierto el camello
pudo moverse ente las chabolas con facilidad mientras que los transportes de
los terroristas casi no podían circular.
-padma para-dijo
sam
-¿Por qué?-
pregunto padma
-porque
hemos perdido a Billy y a luca-dijo sam
Un vacio
invadió padma, en su afán por escapar se había olvidado de Billy y luca,
estuvieron buscándoles hasta que cayo la noche
-será mejor
que busquemos cobijo para pasar la noche-advirtió sam
-entonces
vamos a salir de aquí-dijo padma
desde que
habían entrado en aquellos barrios pobres había algo que la inquietaba en
ellos, se sentía observada y sabia que era un lugar peligroso y mas aun de
noche, cuando llegaron al centro buscaron la posada mas barata, ataron al
camello fuera, a padma le sorprendió la indiferencia de los habitantes de aquel
lugar, los ricos que Vivian en aquellos
lujosos edificios paseaban despreocupadamente mientras a su alrededor había
gente que se moría de hambre. Sam había accedido a dormir en el suelo con una
almohada mientras padma ocupaba la cama.
-¿tu puedes
dormir sam?-pregunto padma
-no-respondió
sam, desde que habían saltado del helicóptero no había pegado ojo, se sentía
culpable por haber abandonado a mario
-me pregunto
donde estarán Billy y luca- dijo padma
-intentaran
ir a el pueblo nómada seguramente nos encontremos allí-dijo sam, en realidad
solo lo decía para animar a padma, dudaba
de que llegaran muy lejos sin dinero.
Capitulo 8
PERDIDOS EN
CENTRAL CITY
Si hay algo
peor que perderse en central city es perderse en central city sin rupias, Billy
no tenia ni idea de donde estaban ,sam y padma se habían ido por otro lado y
ahora no tenían donde pasar la noche.
-tenemos que
ir a buscarlos-dijo luca
-estas loco,
ellos ya nos estarán buscando pero es imposible encontrarlos entre todas estas calles, ellos tiene
recursos pero nosotros no-dijo Billy
-¿recursos?,
como vamos a encontrar a alguien que nos vaya a alojar-protesto luca
entonces un
hombre se acerco a ellos, llevaba unos vaqueros, una camiseta y unas gafas de
sol, era rubio, de unos cuarenta y tantos años, estaba escoltado por dos
hombres corpulentos
-¿buscáis
trabajo?-dijo aquel hombre
-a que te
refieres-dijo luca desconfiado
-poseo una
mina a las afueras de la ciudad, necesito gente para el trabajo y vosotros me
podrías ayudar-dijo el hombre tranquilamente
-podría ser
un a trampa-le dijo Billy a luca
-pero no
tenemos otra opción-dijo luca
antes de que
Billy pudiera contestarle luca dijo:
-aceptamos
su trabajo-dijo luca
-pero
primero veremos las condiciones-añadió Billy
aquel hombre
parecía divertirse, los llevo a la mina, pasaron una valla de seguridad y
entraron, el hombre les llevo a su despacho y les dijo
-estas son
las condiciones, os ofrezco tres meses de trabajo a 500 rupias al dia
trabajando 12 horas-dijo el hombre
luca se
sobresalto
-pero si eso
es una miseria, no podemos quedarnos tanto tiempo y …-
-aceptamos-dijo
Billy tranquilamente
-pero…-
-hazme
caso-le reprendió Billy mandándole una mirada asesina
-entonces
aceptáis ¿verdad?-pregunto el hombre
-si-afirmo
Billy
-bien, os
enseñare vuestras habitaciones-dijo el hombre
a Billy le
pareció ver que aquel hombre sonreía, pero el sabia que no por mucho tiempo,
les mostro su zona de trabajo, Billy creía que habría maquinas y túneles pero
no, era una gran cueva, excavada en la tierra en la que al menos dos docenas de
hombres, mujeres y niños trabajaban,
-tomad lo
necesitareis-dijo el hombre, y le dio un par de picos y dos monos de trabajo
viejos,
-¿y el
casco, los guantes y todo eso?-pregunto luca
el hombre se
rio y se fue, estuvieron trabajando todo el dia sin descanso, cuando terminaron
les dieron un plato con una especie de puré y un pan duro y les llevaron a una gran habitación en la que dormían todos los
trabajadores.
-en menudo
lio nos has metido- dijo luca
-si no te
has dado cuenta el hombre rubio tiene un coche,si averiguamos en que parte de la mina esta
podemos ir por noche y largarnos, haciéndole un puente al coche-dijo Billy
-¿y el
control de seguridad?-pregunto luca
-guarda la
tarjeta en su guantera- señalo Billy
-esto parece
mas una cárcel que una mina-dijo luca
el saldría
dentro de tres días si no llegaban para entonces igual no volverían nunca a sus
países o igual no conseguían salir de la mina y tenia que seguir trabajando
allí toda su vida, pero Billy no podía pensar así, al día siguiente tenían que
averiguan donde estaba el coche y salir de allí.
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