sábado, 4 de julio de 2015

Algún punto entre lo fantástico y lo real


...Se dio la vuelta y desapareció
Se hizo más y más pequeña hasta no ser más que un punto en la lejanía rodeado de más puntos indescifrables. Por supuesto, ella era el punto más hermoso.
Caminaba a un paso más bien lento como si le costara alejarse de mí, de nosotros.
De todos modos no miró atrás en ningún momento. Todos sabíamos que tenía otro rostro en mente.
El de alguien distinto, diferente, adherido a una personalidad también distinta, diferente.
Lo que ella no sabía es que el portador de dicho rostro, tenía a su vez otro en mente.
Y probablemente tampoco se le hubiera ocurrido que el suyo propio estaba en la mía.
No solo su rostro, hablemos con propiedad. Todavía escuchaba su voz melodiosa, como si cantara al hablar. Aún podía oler el sol iluminando su cabello. Incluso ahora, soy capaz de recordar el color exacto de sus ojos, almibarados, dorados y cobrizos.
Pero no importa. La he perdido. Ya no está, no estará. Se ha ido.
Un amor fugaz, unidireccional, perdido en algún punto entre lo fantástico y lo real.
Y es que puntos hay muchos, pero como este...
ninguno
Si me lees, te quiero.
Si me lees, te quise.
Y si no, también

Omar García

No hay comentarios:

Publicar un comentario