sábado, 4 de julio de 2015

Sentada en la orilla

Sentada en la orilla, con los pies en las aguas cristalinas de este cálido paraíso. El mar se está tornando naranja y el sol desprende los últimos rayos de luz antes de perderse en el horizonte. Puedo oir a la gente reír y disfrutar a mi alrededor. Todos tienen a alguien que les acompañe en su camino en la vida. De repente, noto como el agua cálida se congela en mis pies. Y me pregunto, ¿quién me acompaña a mí? Recuerdo los últimos años, siempre rodeada de gente, siempre bullicio, pero, cuánta soledad. Sumergida en mis pensamientos, noto una lágrima resbalar por mi mejilla. Al alzar la mirada, había oscurecido y una luna imponente se abría paso ante mis ojos. Solitaria, como yo. Tan hermosa, tan radiante, pero siempre tan sola. Destinada a vivir eternamente en un segundo plano. Luna llena, sin embargo, yo me siento tan vacía…

Natalia Vingut.

                                                                                                                 

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