domingo, 5 de julio de 2015

Querida familia.

Palma de Mallorca, 5 de julio de 2015
Querida familia,
Para mí es muy difícil escribiros esta carta, ya que no existen palabras suficientes para agradecéroslo todo. Gracias por hacer de esta semana la mejor semana de mi vida. Gracias por hacerme reír como nunca antes me había reído, escucharme, consolarme el último día, despertarme cuando me quedaba dormida...
Gracias por dejarme aprender de vosotros.
Gracias por quererme tal y como soy.
Gracias por ser los amigos que siempre había querido tener. 
Las lágrimas siguen recorriendo mis mejillas, en un intento de liberar los sentimientos que con palabras no puedo expresar. 
No puedo evitar sonreír como una tonta cada vez que me acuerdo de algún momento que pasamos juntos. Recuerdo con mucho dolor la última mañana de aquel increíble viaje. Me levanté con un nudo en la garganta y con muchísimas ganas de llorar.
Cada vez que metía algo en la maleta, sentía que una parte de mí se quedaba allí.
Se quedaba en el lugar donde había conocido a las mejores personas del mundo. 
Finalmente, querría deciros que nunca os voy a olvidar. Ni dos días hace que no os veo y, sin embargo, se me ha hecho una eternidad. 
Aunque me alegra pensar que son dos días menos para volver a abrazaros a todos.
Os echaré muchísimo de menos.
Y hasta aquí mi primera carta. Os deseo lo mejor.
Vos estim moltíssim. Una abraçada molt forta a tots. (Os quiero muchísimo. Un abrazo muy fuerte a todos.).
Maria Victory Cirer.

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